sábado, 17 de diciembre de 2016

TABITA Y TABITO, UN HIMNO AL AMOR FRATERNAL

Tabita y Tabito, va camino a convertirse en un clásico de la literatura infantil peruana. A pesar de la poca difusión mediática que tiene esta hermosa obra, ya está en su sexta reimpresión y seguramente tiene para muchas reimpresiones más debido a la demanda del público infantil, hecho que ya quisieran otras obras de similar factura.Cuando este libro recién se publicó -hace seis años-, hice un comentario sobre esta magnífica historia de los hermanos Ataucuri García, indicando que era una de las pocas obras infantiles peruanas que han sido trabajadas con conocimiento del lenguaje infantil y con un mensaje que cumplía varias aristas. Y para entenderlo mejor traigo a la memoria lo que escribí en aquella oportunidad:
Tabita y Tabito es un cuento singular donde no hay personajes negativos, como sí abundan en los cuentos infantiles clásicos. La ausencia de este recurso facilista con el que otros escritores arman argumentos de enfrentamientos entre  buenos y  malos, hace que el trabajo de J. y V. Ataucuri García sea sorprendente y avanzado.
Trata de dos hermanitos cuya separación es  presentado como conflicto dentro del cuento,  todos luchan para lograr el reencuentro de este par de zapatos nacidos en una humilde fábrica. Aquí, el amor fraternal es presentado como única opción para ser cada día mejores, dejando de lado el egoísmo y el desaliento en situaciones adversas: “el zapatito continuó recorriendo las avenidas, calles y callejuelas, dispuesto a seguir solo.  A veces tenía ganas de llorar, pero la esperanza de volver a encontrarse con su hermanita lo mantenía firme, decidido a no rendirse” (p 27). La propuesta es interesante, podemos acceder a un mundo libre de contradicciones antagónicas si logramos inculcar el amor fraternal y la solidaridad requisitos indispensables para alcanzar la perfección humana. La historia es sencilla, un par de zapatos que por accidente se separaron. Tabito se perdió y su hermana tuvo que pasar por dos aflicciones: ser relegada a un segundo plano y luego regalada a un ropavejero. En la casa de ese buen señor, Tabita es guardada en un arcón, palabra siniestra  que nos recuerda a una celda de prisión, pero sin embargo allí conoce a sus nuevos amigos: el carrito sin ruedas, el soldado de plástico sin brazos, la pelota desinflada y un gorro. A pesar del problema físico de cada uno de ellos, nadie se queja y todos muestran entusiasmo por el futuro y hasta se consideran afortunados. Así, con la simpleza de ese gesto, ellos harán que la espera por el reencuentro con su hermano sea menos dolorosa. Tabito, mientras tanto, deambula por las calles sufriendo los avatares de un huérfano. Ante tanta adversidad lo único que lo sostiene es la esperanza de encontrar a su hermana. Es así que al final el ropavejero lo encuentra y los vuelve a unir pero esta vez para siempre.
La estrategia narrativa empleada por los hermanos Ataucuri es limpia, desprovista de complejidades, lo que dice mucho del profundo conocimiento que tienen del lenguaje infantil. El lector termina seducido por el narrador; su timbre de voz y su lógica para contar la historia es la de un niño con la sapiencia de un adulto. Esa voz no desentona, a través de un lenguaje elaborado con oraciones cortas y sencillas nos acerca tiernamente al mundo representado y a sus personajes creando un ambiente realista a pesar que la historia es totalmente fantástica.
El acertado valor estético del cuento depende en gran medida de la forma como se nos ha presentado la solidaridad y la simpleza de cada uno de los personajes. En un mundo donde se empuja al hombre hacia la competencia deshumana, donde sólo puede sobrevivir el más agresivo, este cuento, un himno al amor fraternal, es una piedra de diamante en medio de una ruma de carbón donde se enseñorean, vestidos con los colores más siniestros de la escala cromática: el egoísmo, la deslealtad y la envidia .
 La propuesta inicial de los hermanos Ataucuri se reitera al final y le agregan algo más, ser útil a los demás en forma desinteresada: “Así, estos compañeros buenos y entrañables envejecieron felices en los pies del hijo del ropavejero . Y es que Tabita y Tabito siempre lucharon por demostrar que su felicidad se basa en el cariño mutuo y sincero que se tienen como hermanitos inseparables” (p 45), la solidaridad y el deseo de ser útil a los demás sin esperar nada a cambio es otra opción para mejorar un mundo violento y lleno de intereses subalternos. Si nos unimos y dejamos de lado esa capa de egoísmo en la cual estamos envueltos podríamos evitar no sólo muchas decepciones sino encontrar el verdadero sentido a nuestras vidas.
El final feliz, tan vapuleado en estos tiempos, representa la visión limpia e inocente del infante; incluso, tan buena es la técnica que el lector adulto también termina atrapado y convertido en el niño de seis años que aún lleva muy dentro de sí. Un final tan feliz y cándido que se contrapone a lo que usualmente hacen los autores en otras obras que le conocemos, como por ejemplo Fábulas peruanas donde denotan un profundo sentido crítico que linda con el compromiso ideológico.
Como toda buena obra literaria que se precie, este cuento convoca a varias lecturas posibles, pero lo provechoso es que todas ellas comprometen al lector y lo sumergen en un mundo que aparentemente ya no le pertenece, y sin embargo muy en el fondo nunca dejó de ser suyo.

Juan Miguel y Víctor Ataucuri García.
ALFONSO TORRES VALDIVIA
(Escritor y Profesor de Literatura, ganador del "Premio Horacio 2013", de la Derrama Magisterial)

viernes, 2 de diciembre de 2016

EL POETA GUSTAVO ARMIJOS

Por: JOSÉ  BELTRÁN PEÑA.

Nació en Piura en 1952. Poeta, periodista y Licenciado en Lengua y literatura de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Hijo de Sergio Armijos Morales y Manuela Morales Gómez. Cursos sus estudios iniciales en el colegio “Los Catetos del Cura Castro”, posteriormente, los estudios primarios en el Colegio Salesiano de Piura y los Secundarios en el Salesiano Don Bosco en Castila, Piura. Luego ingresó a la universidad a estudiar Periodismo y posteriormente siguió estudios de Lengua y Literatura. Es Periodista profesional fundador del Colegio de Periodistas del Perú (1982), Colegio de Profesores del Perú (2005), ejerciendo el periodismo desde temprana edad en el diario La Industria de su ciudad natal, luego en el diario El Tiempo y en el diario La Tarde de Piura; viajando por casi todo el país desempeñando misión periodística deportiva, también por América latina y Europa. En 1990, fue elegido Primer Vice-Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA). Ha ejercido la docencia a nivel superior tanto en el Perú como en el extranjero.

Obtuvo el Primer Premio de Poesía de la Municipalidad de Lima en 1982, los Juegos Florales de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en 1993, además de los Juegos Florales del Instituto Nacional de Cultura- filial Piura en 1994.
Ha publicado los siguientes poemarios: Retrato humano (1971), Celebraciones de un trovador (1977), Liturgia de la Vigilia (1979), Tierras del exilio (1982), Conversatorio (1989), En esta vieja ave & otros poemas (2000), Varia canción (2003), Acuático / terrestre (2005), Acuático / Terrestre (poemas anfibios) (2006). También ha publicado las compilaciones de poesía: Los memorables el 70 (1983), Antología de la poesía peruana / los años 70 (1985), Poesía peruana contemporánea / Antología de la tortuga ecuestre (2003), 30 años de Poesía Peruana Contemporánea / Selección de la Tortuga Ecuestre (2003), y La Tortuga Ecuestre / 40 Aniversario 1973 – 2013. Muestra poética (2013)
Es director de la revista de poesía “La Tortuga Ecuestre” desde 1973, la cual, en el presente año ha cumplido 40 años de existencia, toda una hazaña en el Perú.

El poeta Gustavo Armijos, de vida compleja  en lo referente a su estado emocional, de angustia  marcada, resquebrajamiento familiar, excesiva obsesión, perfección evasiva, soledad no deseada, hace que viva la poesía  con toda su pasión y furor, lo cual es humano que  sus lectores lo comprendan. Todo ello influye directamente en su obra poética haciéndola rica en contenido, bajo el empleo de un coloquialismo rebelde, sincero y latente, conjugando a las dos caras de la sociedad, primando y deleitándose con el calor marginal que reina en las esquinas, en los bares, en los hoteles, en los acantilados  y en la desesperación, soledad, ironía, vanidad y amargura del poeta.. Es un poeta especial que en su producción combina lo popular con lineamientos de lo académico. Ello unido a su alterada personalidad con problemas psiquiátricos le es de suma utilidad para capturar, enfrentar y romper los preceptos establecidos en nuestra sociedad, identificándose con los desposeídos y  marginales, creyendo fehacientemente que la cultura  se encuentre  en el universo popular y no en otros ámbitos. Es un poeta controvertido, polémico y marginal, pero de una importante creación poética, en donde entrelaza la maldición de los solitarios con la palabra formal, convirtiéndose con hechos y publicaciones en un importante poeta de la Generación del 70 del Siglo XX. Trovador en las tierras del exilio.
Por todo lo manifestado, en el año 2013,  se le concedió el importante Premio “Palabra en Libertad” de la Sociedad Literaria Amantes del País, por su valiosa trayectoria poética; y el Diploma de Honor e la revista peruana de poesía “Estación Com-Partida por su indesmayable y ejemplar trabajo de difusión de la poesía peruana a través de la revista “La Tortuga Ecuestre” que ha cumplido más de 43 años de existencia.

martes, 29 de noviembre de 2016

ARMIJOS Y SU AMOR A LA LITERATURA


Por: Bernardo Tineo Tineo * 

En la década del 70, cuando residí en Lima, asistía a los ciclos de conferencias y recitales poéticos que ofrecían los escritores y poetas, en el Instituto Nacional de Cultura, hoy Ministerio de Cultura. En la Asociación Nacional de escritores y Artistas (ANEA). En estas tertulias literarias conocí a Gustavo Armijos, joven poeta y promotor cultural. Alternaba con los renombrados escritores nacionales como: Mario Florián, Winston Orrillo, Jesús Cabel, Washington Delgado, Juan Gonzalo Rose, Alberto Tauro del Pino, César Toro Montalvo. Entre las figuras destacadas en la crítica literaria y ensayo: Manuel Pantigoso, Jorge Cornejo Polar, Enrique Ballón Aguirre, Augusto Tamayo Vargas; es decir, la celebridad de los ilustres académicos. Gustavo Armijos nació en Piura en 1952, arribó a la ciudad de Lima, en busca de nuevos horizontes culturales, como todo provinciano que desea trabajar por la cultura. En las reuniones de escritores siempre estaba presente; Su participación era notoria, porque presentaba sus libros que publicaba, como “Celebraciones de un trovador” (1977), poemario de gran aliento social; “Liturgia de la vigilia” (1979). De estos poemarios publiqué comentarios críticos valorativos en los diarios: Ojo, de Lima; en La Industria, de Chiclayo. En esos años a Armijos lo aprecié como un vate de tendencia anglosajona, conjugaba la bohemia con la literatura, sus poesías parecían crónicas de su vida personal, sus cantos expresaban sus correrías por las calles de Lima, ciudad que lo acogió y decidió quedarse a vivir y abrevar de sus fuentes culturales que le ofrece a todo provinciano que desea realizar actividades de su vocación como escritor. Con Gustavo Armijos siempre caminábamos por las calles de Lima platicando de literatura, hablábamos de Vallejo, de Martín Adán, de Eguren, y de célebres escritores extranjeros: Pablo Neruda, Gustavo Flaubert, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Francisco de Quevedo, Rubén Darío., entre otros. En los cafetines escribíamos y leíamos nuestros poemas. Algunas veces nos acompañaba Juan Flores Arrascue, Juan Félix Cortes, Max Dextre, Luis Pío. Ahora por motivo de realizarse el III FESTIIVAL INTENACIONAL POETICO, POR LOS CAMINOS DEL SEÑOR DE SIPAN “GUSTAVO ARMIJOS”, que organizó Conglomerado Cultural en la ciudad de Lambayeque, movimiento que dirige el notable narrador Nicolás Hidrogo Navarro y se realizó en los días: 26 - 27 y 28 de agosto de 2016. Para este evento ha venido invitado el distinguido vate nacional Gustavo Armijos, a recibir el merecido homenaje que se le brindó, en reconocimiento a su destacada labor, como poeta y promotor cultural que ha realizado en la ciudad de Lima editando su importante revista “La tortuga ecuestre”. El movimiento literario Conglomerado Cultural cumplió 400 semanas, o noches de cuento, de poesías y presentando libros de diversos autores regionales, nacionales, e internacionales, con comentarios en mesa de destacados comentaristas y asedios críticos; colmando las expectativas de los autores de las obras y también del público que se reúnen en cada semana a escuchar y participar de esta fiesta cultural. De esta manera se hace de Chiclayo, una ciudad, que realmente ame la cultura y valora a sus escritores. Desde hace 42 años, en Lima, Gustavo Armijos dirige su revista La tortuga ecuestre, publicando poemas de reconocidos poetas nacionales; siendo la revista de mayor duración que hasta ahora conozco. Este número que es el 355, una “edición especial de oro”, porque es la primera vez que ha publicado en antología a 15 narradores, 15 poetas y 5 decimitas lambayecanos, de los más emblemáticos del pasado del presente y ha sido preparado por el notable narrador lambayecana, Nicolás Hidrogo Navarro, por encargo de Armijos y la presentaron en la Cámara de Comercio de Chiclayo, en la noche del día 26 de agosto, también el 9 de septiembre lo harán en la ciudad de Lima, con el escritor Juan Benavente, que dirige los “Viernes literarios”. De esta manera se consagra como una revista histórica de la poesía peruana. Los críticos e investigadores, tendrán que analizar y dar su opinión, de este número que es el más nutrido en contendido y en páginas. Los estudiosos no podrán guardar silencio, cuando se trata de una revista que ha difundido por más de 40 años, la creación poética de innumerables poetas, de pluma fecunda y creadora. En la ceremonia de clausura de este este festival poético, Nicolás Hidrogo Navarro, les confirió la Medalla de Conglomerado Cultural, a Gustavo Armijos, por su gran aporte poético y por dirigir y editar su revista por más de 40 años, y Soledad Tovar Sáenz, escritora mexicana, que reside en Estados Unidos, como merecido reconocimiento a su valioso aporte brindado a la cultura peruana, latinoamericana y por ser una mujer que tiene grandes dones de filantropía y humanismo; virtudes que la adornan y ennoblecen su espíritu. Ahora me sorprende Armijos con su nuevo poemario “Poemas a Moale”, Gaviota azul Editores. Lima 2016. Veo que ha elevado su creación a otro nivel poético, tiene nueva creación estética, social y amatoria. Cada verso discurre por caudales limpios, transparentes, como fresco hontanar de un nuevo amanecer. Conjuga las ideas con los sentimientos acorde con sus mensajes. Con cierto hermetismo, trasluce en sus versos lo candoroso, tierno y humano, que confluyen en lirismo hermoso, a veces patético, que clama el encuentro feliz con la mujer que ama. A manera de epígrafe expresa su mensaje en la primera página de este libro, en que empieza su discurso poético dedicado a Moale, que tiene la “piel relampagueante, labios naranjas”, continua diciéndole, “permíteme construir el más inmenso templo en tu homenaje / y testimoniar que se puede edificar la amistad entre un hombre y una mujer”. Estos versos sintetizan todo el contenido del poemario dedicado al ser que admira y ama. En el siguiente poema “Contentamiento a Moale”, despliega su canto sublime, en honor a la mujer, cuya amistad le embarga sus sentimientos; porque es como el ángel guardián de su vida. “Moale puedo mirar tu frente / orientada hacia el mar / mejor hacia la tupida vegetación ancha y fresca / siento la piel encendida / y tu corazón / estallando en mil pedazos”. El corazón de la mujer despide chispas de amor, de afecto; porque es una mujer noble, de corazón generoso. Concluye este poema “Eres tan bonita, Moale, que las campanas doblan/ en nombre de tu belleza porque eres eterna/ y tienes la maravilla del mar”. Expresa la grandeza de los sentimientos de la mujer, que la compara con el mar. Esta riqueza de imágenes, de metáforas, le da un nuevo tono original a la poesía de Armijos. Continua narrando su amor que siente por Moale, le pide que se acuerde de él, que no la desampare, que no permita que su silencio y su olvido se el velo que lo cubra, como la noche. Piensa que el olvido es el eterno castigo que estremece a su alma, que lo hace delirar hasta ver que sus “mejillas tienen el reflejo de una copa de vino”. Nos quiere decir que es una mujer morenita, dulce, amable candorosa, de alma tan tierna y bondadosa. Por eso exclama “ten piedad de mí ¡oh Moale!”. La desolación sombría le abruma al poeta, cuando piensa en la mujer que es el único bien de su vida, y le dice: “Apresurarte / hay también desolación en mi existencia / que la congoja me invade / anegando de agua mis ojos”. La desolación y la amargura le oprimen el corazón del poeta, hasta desahogar con lágrimas. En su soledad comprende que los años lo van venciendo, porque observa que sus “cabellos han encanecido” y se entristece como una flor que busca salir del otoño hacia la primavera. Muchos temas más se pueden analizar de este libro, que es un gran logro en la poesía de Armijos, que tendrá presencia duradera en la poesía peruana y latinoamericana; pero lo haré en otra oportunidad. 

*Bernardo Tineo Tineo, escritor peruano, docente, investigador, autor de varios libros.

martes, 15 de noviembre de 2016

POEMAS DE GUSTAVO ARMIJOS


REFLEXIONES EN EL CAMINO

A Gabriela Frías

Es una mujer que convierte la noche en día
admirada por millones de personas ¿dónde está su alto cielo?
Cuando se pondrá formal en sus palabras
Reflexiono sobre lo que nos toca discutir
tú que desplazas tu enojo en un conjunto de pasado
traído de tu México natal con tu tierno mirar
las venas de un mundo ajeno a las tinieblas.
No tendrá ganas la soledad en tu entorno
porque sobre mi corazón reinas.
Está cercado tu camino
por todos lados tu imagen espera
la pantalla de plata habita en un coro
me horroriza la soledad
esperando en los pantanos amiga mía.

La represión es humillante para quien la practica
porque me ha tocado el destino
amical para esculpir de nuevo
lo que difiere con tu altivez en el gozo
sobre los manatiales que tocan las nubes.
Apartate de mí
conoces bien mis deseos y maquinaciones
¿dónde está la casa del derribado?
tapaste tu desvarío con desparpajo
hombre distinguido que habita en la hierba
¿Cómo se juzga a un perverso?
agua de río derramado
recelosa con la vida
toma tu corazón con tu mirada
y sobre tu vida derriba la rebeldía
No hables con amargura por ver parte de tus canas.




REFLEXIONES

Es una mujer que convierte la noche en día
admirada por millones de televidentes  ¿dónde ésta su alto cielo?
Cuando le pondrá el final a sus palabras.
Reflexiones sobre lo que nos toca discutir
tú que desplazas tu enojo a un condominio de Brasil
o la piedra en una callejuela de tu natal México.
No tendremos que buscar socorro en las tinieblas
o pesadamente irás al final del tormento.
Se mancha la pantalla de plata.

Grabiela Frías, es una mujer que encanta
su enojo enciende praderas
y el desencanto no alcanzará su perdón
cruzado con todo el dolor de mis recuerdos.





PARTIDA

Partió al monte en busca del mejor esclavo
sus sandalias se llenaron de asfalto
riquezas y provisiones se multiplicaron por doquier.
Amiga entrañable solo tu sabes de mi infortunio
de mi profunda soledad y del abatimiento
que cae cada día a borbotones como hendiduras sumisas
practicando la opulencia sobre galardones en la tierra.
No se puede contabilizar las meteoritos
ni los objetos celestes que se pierden en el cielo.
Escudos y coronas se ciñen en tu frente
como perpetuo pacto de amistad.
Que su perpetúe aquella llanura donde pastan tus ganados
que el humo más excelso corone la cúspide.
Las monedas de oro y plata no tienen valor para regresar
a un espectáculo multicolor.
                                 Celebro mis poemas ¡oh amiga! ya no contestas
el humo infla mis pulmones y miro la lluvia para que no caiga en balde
aparta el tiempo de la siega para nuestra propia casa.

lunes, 14 de noviembre de 2016

GALERÍA DE LA TORTUGA ECUESTRE

La Tortuga Ecuestre es una emblemática revista de literatura fundada en 1973. Ese mismo año, Alberto Escobar en su libro Antología de la poesía peruana, refiere que un grupo de poetas jóvenes iniciaron la reivindicación de la obra de César Moro. El número inaugural causó tremendo revuelo en la crítica literaria, casi todas las secciones culturales daban cuenta de la aparición de un grupo de poetas jóvenes veinteañeros y que pergüeñaban sus primeros versos.Entre los destacados figuraban Juan Carlos Lázaro, Gustavo Armijos, Santiago López Maguiña. Luego aparecieron Tulio Mora, Enrique Verástegui, Oscar Araón, Carlos Cornejo y otros. Algunos se consolidaron y se convirtieron de promesa en realidad, mientras que otros se quedaron en el camino.

Estos son los últimos números de la mencionada revista:



lunes, 31 de octubre de 2016

POEMAS DE MARIA ELENA RODRÍGUEZ CHÁVARRI



María Elena Rodríguez Chávarri (Miraflores, 1947), es una poeta que desde temprana edad se inclinó por el arte y la lectura. Estudió  Administración en la Universidad de Lima, en donde también integró el primer grupo de teatro de dicho centro de estudios destacándose como actriz. Además es pintora, y artesana de cerámica. Los versos que abarca la poesía de Rodríguez Chávarri son sumamente sugerentes y ligados a un entorno eminentemente personal a lo que suma su sensibilidad amorosa y un manejo hábil de la palabra. A continuación seleccionamos tres poemas incluidos en sus recientes publicaciones.



                 A MI HERMANO


Tu mirada de niño se fue tras la divina luz,
que está al final de las tinieblas.

Por qué no sentí el llanto de tu solitario corazón,
ni volaron los negros moscardones,
ni oí la guadaña preparando tu partida.

Cuándo tu hermosa alma renunció al regalo de
la vida, tal vez sabías que Él entendería,
compensando con su amor, el que no hallaste.

Ya el dolor no caminará con tus pasos,
ni la soledad cortará tu respiración.

Te contemplo y la paz de tu amado rostro,
me devuelve un poco de consuelo.

(De: Mi alma desnuda, poemas



      PELUDO CUATRO PATAS


Perro peludo
cuatro patas.
Mirada triste,
soledad llamándome.

Alfombra blanca
derramada sobre
elevación de tierra
Indiferencia al desamor.

Peludo sin ladrido,
lacerado por el frío.

Sueño cobijado por
el sol o las estrellas.
Hambre escondido con
dignidad y desafío.

Libre, sólo, callejero
y sin dueño. Que nadie
te nombre con un nombre.

Peludo, tu dolor me alcanza,
tu soledad me acompaña y
tu existencia enriquece
mi pobre alma.

(De: Palabra de mujer, narraciones y poemas catárticos)




          A LA MADRE CELESTIAL


Si el coraje  fuera oro, tú madre celestial
serías un ser de ese valioso metal

Si el amor fuera oxígeno,
tú podrías alimentar al mundo eternamente.

Si la virtud fuera alegría, los hombres,
tus hijos no tendrían sufrimientos

Si tu humildad fuera pan,
con que gozo nos sentaríamos a la mesa

Pero solo eres una sencilla mujer,
la más valiente y sufrida madre,

la que llevó en sus entrañas al Redentor,
la que desde el cielo ruega por nosotros

la santísima madre del género humano
y nosotros tus agradecidos hijos.

(De: Ojos de Luna, poemas)